DATOS SOBRE INCA GARCILASO DE LA VEGA
Los mestizos: el resultado del encuentro de dos mundos.Francisco Pizarro tuvo tres hijos con mujeres indias. Un
hijo con doña Angelina, hija de Atahualpa Inca, y dos con doña Inés de Huaylas,
hija de Huaina Cápac. Fueron mestizos; hijos nacidos de la unión entre un
español y las dos indias.
Muchos casos de españoles e indias, como el del marqués, se
dieron durante los primeros conquistadores, porque su tropa carecía de mujeres.
Después de ellos, por muchas décadas más, siguió primando esa vinculación,
porque venían más varones que mujeres de España.
El español solo se casaba con una de su clase. Esa unión fue, en todo caso, una unión forzada, una muestra
más del dominio colonial, porque casi todas las mujeres indias fueron tomadas
como concubinas y sus hijos considerados como bastardos. El español no se podía
casar sino con española. Cuando las españolas empezaron a llegar al Virreinato,
las concubinas indias y los hijos mestizos fueron abandonados. Por el
contrario, hubo durante el coloniaje muy pocos casos de mestizaje como
consecuencia de la unión entre un indio y una española. “A los hijos de español
y de india o de indio y española nos llaman mestizos, por decir que somos
mezclados de ambas naciones; fue impuesto por los primeros españoles que
tuvieron hijos en indias; y por ser nombre impuesto por nuestros padres y por
su significación, me lo llamo yo a boca llena y me honro con él”, decía el Inca
Garcilaso de la Vega.
Una suerte variable: Sin embargo: “La suerte de los mestizos varía según el rango
de sus progenitores y las circunstancias de su nacimiento. Los hijos de
conquistadores permanecen en el hogar paterno y reciben una educación española,
pero conservando algunas veces el recuerdo de la tradición materna también.
En el otro extremo de la escala, los mestizos que se quedan
en las aldeas desposan a las mujeres indias y su descendencia se confunde con
la masa autóctona”. Hubo una élite de mestizos de la primera generación que
cumplió un importante papel histórico, tales fueron los casos del Inca
Garcilaso de la Vega, del padre Blas Valera y de Juan de Betanzo.
¿Cómo fueron los primeros años del inca?: Se cuenta que a la casa del capitán Garcilaso de la Vega y
su mujer Isabel Chimpu Ocllo asistían más de un centenar de comensales, “casi
cada día”, entre españoles y nobles indios. El niño Gómez Suárez de Figueroa
fue, pues, testigo del encuentro diario de dos culturas, dos modos de vida. Sus
padres, por su parte, hacían todo lo posible para que entendiera más la cultura
a la que pertenecían. Isabel Chimpu Ocllo trata de que su hijo entienda los
valores de sus ancestros. Ella le enseñó el quechua, su tío Cusi Huallpa la
historia de sus antepasados y sus tíos
Juan Pechuta y Chauca Rimachi las demás cosas del Tahuantinsuyu.
Por su parte, el padre, que se encargó de que domine el
castellano, confió la crianza del hijo al preceptor Juan de Alcobaza, quien le
enseñó gramática y latín. El canónigo Juan de Cuéllar se encargó de
perfeccionar su latín y el capitán Gonzalo Silvestre fungió como maestro de
historia española. “La vida, de suyo, plantea al niño mestizo graves problemas.
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